La transformación de los negocios en los últimos años es evidente por diferentes factores; en especial por el avance de la tecnología, el surgimiento de nuevos modelos de negocio, lo competido del mercado, clientes con mayores exigencias, por mencionar solo algunos.

Además de esa “natural evolución” de los negocios para construir las capacidades que les permitan estar un paso adelante, y no solo hacerlo para sobrevivir, se ha visto acelerada en los últimos dos años por la crisis sanitaria mundial. La transformación es más que una ventaja competitiva, es una exigencia vital.

Crear valor a partir del proceso de transformación no solo debe implicar a la cúpula directiva de las empresas y a los líderes, sino a toda la organización; la participación de cada uno de quienes la conforman, desde su trinchera, debe ser parte del cambio.

Al ser el área encargada de la gestión de los colaboradores, que son quienes ejecutan y dan cauce a los cambios dentro de las organizaciones, Recursos Humanos debe ser uno de los pilares principales que encabecen el proceso de transformación. Esta premisa significa que RRHH debería estar también viviendo su propia evolución para crear valor, pero ¿realmente lo están llevando a cabo? ¿En qué consiste?

Por supuesto no significa que Recursos Humanos deje a un lado las funciones administrativas, legales y operativas que desempeña tradicionalmente, sino tener un rol de mayor peso estratégico en el negocio, con proyectos transversales, prácticas de gestión de talento que tengan impacto en la era digital actual y que guíen el cambio cultural.

Para lograrlo es menester que el área conozca mejor el negocio, se involucre de manera más activa en identificar las necesidades que tiene la empresa o incluso adelantarse a ellas para hacer más eficiente su funcionamiento e incrementar su competitividad.

En este mismo sentido, debe identificar el perfil de talento que requiere la organización, que sea fin a su cultura, además de ser capaz de que las diferentes generaciones que la conforman colaboren y confluyan hacia un objetivo común: el éxito del negocio.

El presente es digital, los clientes también y el talento indudablemente lo es. Recursos Humanos tiene que serlo en la misma medida; no puede quedar fuera de la ecuación de la transformación tecnológica.

En la actualidad puede incorporar nuevas herramientas, como el uso de software, el big data y la inteligencia artificial, que pueden ayudarle a conformarse en la brújula que marque el rumbo a seguir de la organización y establezca cómo recorrer el camino.

Pese a que la transformación de las funciones de Recursos Humanos es imperante, no en todas las empresas se está dando; en algunas incluso no se están preparando para enfrentar una nueva era que ya está aquí. El potencial de RRHH es enorme, así que deben aprovechar la oportunidad que tienen de reafirmar su trascendencia dentro de la estructura.

Requiere cambio de mentalidad para primero transformarse a sí misma y de esta forma acelerar el cambio dentro de la organización, mejorar su capacidad de innovar y habilitar a la fuerza laboral para el futuro. Este es un momento inmejorable para hacerlo.