Llamó la atención hace unos días que varios medios de comunicación dieron cuenta de que algunas empresas de tecnología de Estados Unidos están realizando contrataciones en Latinoamérica, principalmente por la facilidad y beneficios que les brinda el modelo de trabajo remoto.

Esta modalidad le ha permitido a esos negocios (y a muchos otros de diversos giros) encontrar profesionales calificados en zonas geográficas diferentes a donde se ubican su instalaciones. Además, como en este caso que se menciona, el talento trabaja por un salario más bajo que el que pagarían en el país origen de la empresa.

Según la información que trascendió, ha aumentado más del 150 por ciento la cantidad de empresas extranjeras que en los últimos meses han contratado talento latinoamericano. Sin duda alguna es una cifra que llama notablemente la atención y que obliga a preguntarnos , una vez más, sobre la forma en que se está transformando el trabajo.

¿La revolución del trabajo remoto se ha echado a andar ya y no hay quién la detenga? Tal parece que sí. En este caso hay dos elementos que definieron el que esas empresas buscaran talento en América Latina:

  1. Se encuentran en una zona horaria similar; es decir, al no haber una diferencia tan amplia, los horarios de trabajo se pueden acoplar sin mayor inconveniente.
  2. Hay una vasta oferta de profesionales con formación, conocimientos, capacidades y habilidades necesarias para desempeñar el trabajo… y a menor costo para las empresas por la diferencia entre las divisas.

Al parecer, el acuerdo termina siendo atractivo para ambas partes. Los profesionales contratados por las empresas norteamericanas saben que aunque no se les paga igual que quienes desempeñan su labor en Estados Unidos, es en muchas ocasiones mayor al que recibirían en sus países haciendo lo mismo.

Además, el hecho de que el mercado laboral pase de lo local a lo global, amplía las posibilidades de que las persones encuentren un trabajo que les satisfaga, bajo mejores condiciones, con una cultura afín o que les brinde mayores posibilidades de desarrollo, entre otros atractivos.

Así es que lo que surgió como una medida para paliar las dificultades que trajo consigo la pandemia, es hoy un modelo de trabajo que impacta directo a los negocios. Como muchos expertos adelantaban, esa solución no sería algo temporal, sino un adelanto de lo que estaba por venir.

Aunque claro está, este modelo no es para todas las industrias ni para todos los puestos, hay muchas empresas en el mundo que realmente están apostando porque funcione a largo plazo y están dando rápidos pasos hacia allá.