Las áreas de Recursos Humanos tienen cada vez más un rol estratégico dentro de las organizaciones. Sus alcances y responsabilidades han crecido en consecuencia, así como los retos que enfrenta en la gestión del capital más importante que tiene una empresa: el humano.

La pandemia vino a representar un desafío mayor, y aunque se están retomando las actividades con la “normalidad” que la situación permite, es innegable que la dinámica empresarial es muy diferente a hace dos años. No es una exageración decir que se ha echado andar la maquinaria del cambio y no tiene marcha atrás.

En este contexto, y ante la incertidumbre de cuál será el cauce que seguirá la contingencia sanitaria, hoy se requiere que las áreas de Recursos Humanos tengan más herramientas para enfrentar futuros múltiples posibles. El entorno estable y afable que permitía proyectar a largo plazo ha quedado en el pasado; lo que imperará, por el momento, es la volatilidad.

El entorno, la dinámica de las organizaciones y el mercado laboral demandan planes  y esquemas que se puedan adaptar con rapidez a la incesante transformación del mundo y seguir siendo competitivos. Los retos a enfrentar para Recursos Humanos no son menores, y entre los más significativos podemos enlistar los siguientes:

  • Involucrar a las personas en los procesos de cambio para disminuir la resistencia y lograr su adopción con rapidez y eficacia
  • Buscar al talento correcto, que se identifique con los valores, principios y cultura de la organización
  • Configurar equipos de trabajo remotos, multifuncionales, multigeneracionales, con mayor autonomía y libertad para decidir y actuar
  • Tener visión y capacidad para entender lo que requiere el mercado en donde opera la empresa y comunicarlo y empatarlo con los colaboradores
  • Facilitar programas que inspiren y actualicen las habilidades de los colaboradores, para que avancen en sus carreras y ayuden a la organización a enfrentar el futuro
  • Poner énfasis en la diversidad, la equidad y la inclusión de la fuerza laboral seguirá siendo fundamental para fomentar el orgullo y enriquecer a la organización
  • Priorizar la flexibilidad tanto para el colaborador para tener opciones sobre dónde, cuándo y cómo trabajar, como para la organización para ser más resiliente
  • Modelar la forma en que se da el contacto, la colaboración y la co-creación entre quienes realizan trabajo presencial y quienes lo hacen virtual
  • Crear sentido de pertenencia a través de una estrategia de employee experience personalizado para retener al talento