A estas alturas del año aunque en realidad tiene muy poco de haber comenzado- varios de los propósitos que muchas personas establecieron se han quedado ya en el camino. ¿A qué se debe? ¿Falta de convicción? ¿A una fuerza de voluntad más bien débil? ¿Es algo que realmente no anhelan?
La realidad es que para llevar a cabo nuestros propósitos requerimos mucho más que buenos deseos y voluntad. Al igual que lo hacen las empresas es necesario tener claros los objetivos, pero sobre todo una estrategia, o un método al cual apegarnos para crear rutinas, que con el tiempo se vuelvan hábitos y con ello no nos resulte tan fácil abandonarlos.
Si bien cada que concluye e inicia un año consideramos que es el momento idóneo para replantearnos metas y marcar un nuevo ciclo bajo la idea de: “Año nuevo, vida nueva”, los ciclos no están sujetos al 1 de enero. Podemos iniciarlos o retomarlos en el momento que queramos; lo importante es que una vez convencidos nos mantengamos firmes.
Así es que no dejes que los propósitos se queden en meras intenciones. No importa que sea febrero, marzo, julio o noviembre, y tampoco que sea el día 5, 12 o 31; deja a un lado la frustración y retoma el camino donde lo dejaste, reinícialo o vuelve a trazarlo. ¿Qué puedes hacer?
- Analiza las razones por las cuales abandonaste tu propósito, identifica cuál fue tu error, para que no vuelvas a repetirlo
- Reflexiona con honestidad por qué tienes cierto objetivo, qué te mueve, si en verdad te interesa. Siempre será menos difícil si existe una motivación real
- Ábrete realmente al cambio. En ocasiones un propósito poco tiene que ver con nuestros hábitos o gustos, y no estamos dispuestos a abandonarlos
- Repite, repite y repite. Esa es la forma en que se crean los hábitos, se mantienen con el tiempo, te permiten ver resultados y avanzar
- Trabaja al mismo tiempo en eliminar los malos hábitos; es probable que sean estos los que te frenan o te llevan en dirección contraria
- Identifica y mide cuáles son los beneficios que obtienes de tu esfuerzo, eso te motivará
- Hazlo de manera gradual, poco a poco. Dividir un gran objetivo en pequeños pasos te permitirá experimentar éxitos que te impulsarán al siguiente punto