La dinámica a la que se enfrentan en la actualidad los negocios, sin importar su tamaño o años de trayectoria, es a un mercado mucho más competido que antes, con consumidores exigentes que quieren respuesta rápida y cercana de las empresas, que gustan y están abiertos a utilizar la tecnología, que ponderan la experiencia de compra y la atención que reciben.

El cliente, hoy más que nunca, debe estar ubicado en el centro de la planeación estratégica de cualquier negocio que quiera ser competitivo. Debe estar ocupado en innovar, estar abierto a escuchar a los consumidores y a diseñar sus procesos a partir de las necesidades que le plantean o identifica con base en el conocimiento que tiene del mercado y de la data que obtiene a través de diferentes medios.

Hoy las organizaciones quieren (o quizá sea más exacto decir requieren) que sus colaboradores sean capaces de innovar, que planteen soluciones innovadoras a los problemas que se presentan o que propongan algún producto o servicio innovador que atraiga clientes y signifique ventaja sobre la competencia. Justo una de las principales cualidades de las empresas de vanguardia es su nivel de innovación.

Sin embargo, la realidad que impera en la enorme mayoría de las empresas es que no han dispuesto las condiciones, herramientas, liderazgo, ni la cultura organizacional que promueva e impulse la innovación. ¿Qué pueden hacer para fomentar e incentivar la innovación en sus procesos y entre sus colaboradores?

  • Vencer el miedo a experimentar, a buscar alternativas y soluciones diferentes
  • Ver el fracaso como una oportunidad de aprendizaje y desarrollo
  • Invitar a todos a generar ideas para mejorar, sin importar el área o puesto
  • Brindar la confianza a sus colaboradores para proponer sin ser juzgados
  • Abrir canales para presentar ideas, más allá del jefe directo
  • Dar seguimiento a las ideas seleccionadas y comunicar su avance
  • Reconocer las ideas y el esfuerzo más allá de los resultados
  • Premiar las ideas que beneficien el crecimiento del negocio
  • Evitar algún tipo de castigo en caso de que alguna iniciativa falle

Capacitar a los líderes para guiar la propuesta, el seguimiento y la implementación