En el ámbito de la diplomacia nos referimos como embajador a la persona que funge como representante oficial de un estado ante otro. La palabra también la utilizamos con frecuencia para aludir a quien es un representante local o nacional en el extranjero de alguna determinada actividad o profesión.
Con ese mismo sentido se emplea la palabra en otros espacios. Se ha vuelto común escuchar en la mercadotecnia el término embajador de la marca para definir a quien habla favorablemente de cierto producto o servicio y lo recomienda con convicción a otras personas.
Por lo general, esa persona lo hace sin mayor interés que compartir los beneficios que le ha brindado la marca, porque está plenamente satisfecha con lo que recibe de ella. Es usual que la gente a su alrededor se quede con una buena impresión y busque adquirir el producto o servicio, y si el nuevo cliente también queda satisfecho puede ser que lo recomiende. Así se va dando publicidad boca a boca, pero sobre todo lealtad y fidelización por la marca.
Igual como lo hacen con sus clientes, las empresas deberían estar preocupadas por cautivar a sus colaboradores, por que estén orgullosos de pertenecer a la organización, se identifique con sus valores y su cultura, convencidos de que son parte de la mejor compañía, institución o negocio. Se convertirán en embajadores. Pero ¿qué beneficio tiene para la organización el que sus colaboradores sean embajadores? Entre otros, los siguientes:
- Mejora el clima laboral. Los colaboradores se sienten satisfechos de su trabajo y se esfuerzan por mantener la cordialidad con sus compañeros
- Alinea los objetivos. Permite que las metas de la empresa y de los colaboradores sean coincidentes para el bien común
- Aumenta el compromiso e involucramiento. Las personas estarán más motivadas, abiertas a participar y aportar ideas creativas e innovadoras
- Defienden los productos y/o Los colaboradores comparten sus opiniones favorables con las personas a su alrededor y a través de redes sociales
- Replican las buenas prácticas. Hacen suyas las buenas prácticas y las llevan a sus casas, con familiares y amigos para que las apliquen
- Elevan la imagen de la empresa. Se convierten en la voz de los valores y la cultura hacia el exterior, lo que da mayor visibilidad y reconocimiento
- Contribuyen a atraer talento. Al hablar positivamente de la empresa propician el interés de otras personas por incorporarse y laborar en ella