Tenemos claro que la mejor forma de saber si un colaborador o un equipo de trabajo es eficiente, si está alcanzando sus metas individuales y de grupo, conocer cuáles son sus capacidades, identificar sus debilidades y generar planes de mejora es por medio de la evaluación de desempeño.

Esta herramienta permite a los líderes de los equipos y áreas de Recursos Humanos determinar el nivel de productividad y compromiso del colaborador, documentarlo y medirlo para tener un mejor control de la eficiencia, competitividad y productividad. Esta información ayuda a las empresas, además, a la toma de decisiones y en el diseño de estrategias de negocio.

La rápida adopción del trabajo remoto por parte de las organizaciones debido a la contingencia sanitaria, sin preparación previa para gestionarlo de forma correcta, trajo consigo una dificultad inevitable: la falta de estrategias de evaluación de desempeño acorde a las nuevas circunstancias.

Durante este largo tiempo, las organizaciones han tenido mayor conciencia de la importante que son los procesos de evaluación del desempeño para medir rendimiento, conducta y obtención de resultados en la gente que labora en sus instalaciones, pero sobre todo en quienes lo hacen vía remota. Esta herramienta es clave para alcanzar el éxito en este modelo de gestión laboral.

No se trata de medir en función de horario ni de monitorear todas las acciones de los colaboradores, sino de contar con las herramientas que permitan verificar que realizan su labor al ritmo previsto y cumplen con los indicadores, tal y como si estuvieran en la oficina. ¿Cómo lograrlo?

  • Revisa los criterios de evaluación previos, ajústalos y comunica los nuevos
  • Crea un decálogo de buenas prácticas a seguir en todo momento
  • Reorienta la cultura hacia la consecución de resultados
  • Establece objetivos claros y realistas en lo individual y por equipo
  • Considera el crecimiento individual y que la evaluación sea parte de su progreso
  • Fomenta el compromiso para que mantengan el mismo nivel de dedicación
  • Impulsa la capacitación, con énfasis en las competencias digitales
  • Realiza encuestas para conocer la opinión, sentimientos y áreas de mejora
  • Brinda retroalimentación y apoyo; permite el diálogo
  • Analiza, da seguimiento y compara los resultados de las evaluaciones