Las prohibiciones, restricciones y distanciamiento social que han prevalecido durante los más de dos años de una larga crisis sanitaria han propiciado una sensación de pérdida de libertad en un porcentaje alto de la población a nivel mundial.

Esto sumado a permanentes preocupaciones, entre ellas a no contagiarse, a la recesión económica, a perder el trabajo o al difícil acceso al mercado laboral, han dado como consecuencia una sensación constante de miedo, incertidumbre, angustia, tristeza y estrés.

Todo este “caldo de cultivo” se ha traducido en un incremento generalizado de problemas de salud mental. Los casos de ansiedad y depresión son los que más han llamado la atención, aunque hay muchas otras consecuencias psicosociales que no han tenido tantos “reflectores”, como la baja de autoestima.

Y es que durante este periodo se ha acentuado inseguridades y temores en un número considerable de personas, así como una percepción negativa de su propia valía y un desfavorable futuro, dadas las dificultades a las que se han enfrentado en la situación actual.

Si bien es un tema de salud pública que realmente debe ser atendido y es mucho más complejo de lo que pudiera parecer, tenemos al alcance algunas acciones que pueden ayudarnos a fortalecer nuestra autoestima y seguridad. Entre otras  puedes:

  • Interiorizar y tratar de identificar el origen de tu baja autoestima, lo que te da temor o produce inseguridad
  • Detectar tus pensamientos negativos y convertirlos en respuestas racionales reales y objetivas
  • Tener autoconocimiento y comprender el porqué de tus actitudes y cómo te impactan el entorno, las situaciones y las personas
  • Aceptar quién eres te ayuda a tener una relación más sana contigo mismo y el exterior
  • Conciliar tu pasado y aceptar tu presente te permite liberar resentimientos, culpas o vergüenzas
  • Ser honest@ contig@ mism@ y auténtic@, sin miedo a lo que los demás puedan pensar u opinar de ti
  • Asumir que eres una persona valiosa e importante, que tienes fallas pero también fortalezas, como cualquier otro individuo
  • Confiar en las decisiones que tomes y en las acciones que emprendas; siempre con total responsabilidad