Durante el periodo más estricto de confinamiento y distanciamiento social en la contingencia sanitaria, los procesos de contratación (que sí hubo, aunque en mucho menor escala a como se venía dando) se llevaron a cabo de forma virtual casi en su totalidad. Las organizaciones, y sus áreas de RH, recurrieron a las videoentrevistas y al uso de softwares de reclutamiento para solventar las dificultades.

Además de servirles como estrategia de cuidado y prevención, ambas acciones les representaron mejoras en procesos, optimización de tiempos y reducción de costos. Sin embargo, en muchos casos reconocen que no mejoró la selección del talento en sí. Esto se debió sobre todo a que se siguieron cometiendo los mismos errores que cuando el proceso era presencial.

Ahora que los contagios han disminuido considerablemente y se tiene la percepción generalizada de que ya estamos saliendo de la crisis sanitaria, se ve un repunte de la actividad económica, que se ve reflejado en un incremento de nuevas contrataciones. Organizaciones de todos tamaños están retomando sus procesos de reclutamiento, y sin importar si los realizan en persona o virtuales, con ayuda de algún software, es imperioso que lo cuiden para que sea un éxito.

No debemos olvidar que reclutar talento implica invertir tiempo y dinero. Es una labor crucial para la empresa, ya que realizar una mala elección significa más que solo gasto económico, sino puede repercutir en el retraso del cumplimento de metas. Así es que si te encuentras en proceso de reclutamiento no descuides estos cinco aspectos:

  • Buscar afinidad con la cultura organizacional. Un alto porcentaje de las personas que abandonan un empleo al poco tiempo de haber sido contratadas es por no coincidir con la filosofía y valores de la empresa.
  • Tener claras las necesidades de la empresa. Es más allá que definir el puesto; significa identificar el rol que tiene el puesto dentro de la organización y alinear la búsqueda a esos requerimientos.
  • Corroborar el currículum y las referencias. No se trata de desconfiar totalmente de los candidatos, pero tampoco dar por cierto todo lo que nos dicen; debemos tener certeza de las capacidades que asegura tener.
  • No acelerar el proceso o recortar pasos. Es usual que la organización tenga urgencia de cubrir el puesto, pero hacerlo con prisa o bajo presión puede llevarnos a cometer errores.
  • Definir correctamente la vacante. Omitir información sobre las actividades a desempeñar crea falsas expectativas, que propician insatisfacción laboral, baja productividad o una rápida salida.