Ahora que paulatinamente se va retomando el regreso a los lugares de trabajo ha surgido un fenómeno peculiar, que aunque era previsible la mayoría de las empresas no lo había si quiera contemplado. No es algo grave, pero sí debemos atenderlo como organización, pues puede impactar de forma positiva desde el clima de trabajo hasta la productividad.

Desde que las empresas atendieron las recomendaciones de confinar a su personal al inicio de la pandemia hace casi dos años en México ha habido bastantes cambios al interior de ellas, que incluyen adecuaciones de espacios, modificaciones de áreas, transformación de estructuras y procesos de trabajo, y por supuesto altas y bajas de personal.

Lo que está sucediendo después de esta larga pausa, en la que imperó el home office y los modelos híbridos de trabajo, es que hay colaboradores que no se conocen en persona, pues varios fueron contratados en este periodo. Han interactuado infinidad de veces a través de pantallas, se escriben mensajes todos los días, se han comunicado por teléfono una y otra vez, asisten a varias reuniones virtuales a la semana, pero en realidad no han tenido contacto físico.

Conocer un poco más a fondo a las personas con las que trabajamos, identificar su personalidad y estrechar lazos con ellas resulta de gran utilidad para construir mejores entornos y brindar una experiencia laboral óptima. Esto puede repercutir positivamente en la organización y en el desempeño de quienes la integran, así que para favorecer el proceso los líderes y las áreas de RH pueden emprender las siguientes acciones:

  • Presentar de nueva cuenta a los nuevos colaboradores, ahora en persona.
  • Realizar actividades de integración para crear una conexión como equipo.
  • Recordar juntos cuáles son la visión, valores, cultura y objetivos de la
  • Repasar cuáles son las funciones de cada colaborador.
  • Comunicar las expectativas que se tienen de cada uno y como equipo.
  • Reconocer en público la labor de cada uno mientras trabajaban vía remota.
  • Limar asperezas y resolver dificultades que surgieron durante el home office.
  • Fomentar la confianza y el valor del trabajo en equipo.