De un par de años a la fecha, resiliencia es una palabra que hemos agregado a nuestro lenguaje cotidiano y seguiremos escuchando dado el contexto de incertidumbre que prevalece en el mundo. Pasó de ser utilizada en círculos especializados en áreas como psicología a ser una habilidad indispensable para enfrentar y sobreponerse a las adversidades.

Con la pandemia y los cambios que ha traído consigo nos ha quedado claro que requerimos, más que ser resistentes, tener capacidad de adaptarnos a las situaciones que se van presentando. Asumir las dificultades, aceptarlas, aprender de la experiencia vivida y salir fortalecidos de ella.

Sin embargo, no todos nos adaptamos a los cambios y dificultades de igual manera. Algunas personas tienen mayor facilidad para enfrentar las pérdidas, fracasos, crisis o situaciones de estrés, y a otras les cuesta más trabajo sobrellevarlas. La buena noticia es que esta habilidad la podemos desarrollar y mejorar.

Las personas resilientes, apuntan expertos en el tema, han aprendido a gestionar sus emociones. Es decir, tienen mayor autoconocimiento y han desarrollado hábitos que forman parte de su respuesta automática frente a los estímulos adversos. Estos son algunos que puedes comenzar a practicar para desarrollar resiliencia:

  • Ve las dificultades como oportunidades para crecer, aprender y desarrollarte en lo personal y profesional.
  • Ten claro que es imposible controlar todas las situaciones, pero no por ellos caigas en la pasividad.
  • Esfuérzate en ser creativ@, innovar, buscar soluciones y nuevas formas de hacer las cosas.
  • Conoce tus fortalezas, tu potencial y tus limitaciones, pero sobre todo confía en tus capacidades.
  • Afronta las dificultades con optimismo, no te cierres y trata de adaptarte al cambio con buena actitud.
  • Sé realista, ten paciencia, sé comprensiv@ y empátic@ contigo mism@ y con los demás.
  • Establece un plan de acción para realizar tus actividades, pero flexible, consciente de que puede variar.
  • Date un espacio y tiempo durante el día solo para ti, puedes aprovecharlo para hacer ejercicio, meditación, relajarte o alguna otra actividad de
  • Rodéate de personas positivas y crea círculos virtuosos que te ayuden a mantener un ambiente agradable a tu alrededor.
  • Concéntrate en el presente, no te ancles al pasado y tampoco te desgaste en las posibilidades a futuro.