Hoy en día es usual contactar a alguna persona a través de medios digitales, como plataformas, para que realice algún servicio. Esta pone su conocimiento, mano de obra y los medios para llevarlo a cabo; cobra, da un porcentaje a la empresa mediadora y queda en espera de la siguiente solicitud de servicio.

Uno de los ejemplos más utilizados para esclarecer este modelo, que se le ha llamado GIG Economy, son las aplicaciones de movilidad urbana que conectan conductores de vehículos privados con usuarios, así como las plataformas de intermediación que llevan productos a las personas sin que estas tengan que desplazarse.

Este tipo de trabajo, tanto el servicio de transporte de personas como el de entrega a domicilio, tienen características muy específicas que hacen posible se gestione mediante una plataforma digital. Claro está no son los únicos, pero tampoco significa que todos los empleos adoptarán pronto el modelo, pues hoy existen muchos que es complicado organizar mediante una plataforma.

Un modelo que se estima seguirá creciendo

Algunos expertos en el tema adelantan que cada vez se irán sumando a este modelo más profesionales, entre otras por las siguientes razones, que por el momento tienen un fuerte peso.

  • En primer lugar por la preferencia y gustos de los consumidores; si están dispuestos a acceder a cierto servicio o producto mediante las plataformas digitales y cambiar sus hábitos, continuarán naciendo y creciendo este tipo de negocios.
  • El segundo es un creciente deseo de las personas por acceder a formas de trabajo que les permitan equilibrar sus actividades laborales y su vida personal. La flexibilidad y la libertad seguirán ganando terreno entre los principales aspectos que pondere la mayoría de quienes busquen trabajo.

Valoran el que pueden organizar su tiempo en función de otras facetas de su vida o trabajar en varios empleos a la vez. Sobre todo porque se están encontrando en el mercado una reducida oferta laboral, pero además con empleos mal pagados y con condiciones no del todo favorables para su crecimiento personal y profesional.

  • Una tercera razón es que seguirán surgiendo plataformas y buscarán una fuerza laboral dispuesta a ser contratada a corto plazo y sin certeza de continuidad. Esto permite a los negocios reducir costos de nómina, ya que no les pagan las horas en que no necesitan sus servicios, ni les proveen prestaciones y seguridad social.

¿El beneficio de personas y empresas

Justo en este tercer punto que enlistamos es donde se fundamentan los detractores de este modelo. Aseguran que las empresas se benefician más que las personas.

Advierten que bajo la bandera de que tienen más tiempo libre, equilibrio vida-trabajo, la posibilidad de realizar varios trabajos sin ataduras, obtener ingresos mayores al salario que ofrecen los empleos tradicional y hasta la fulgurante idea de que son sus propios jefes, en realidad lo que hacen es precarizar la relación laboral y evitar los beneficios que brinda el trabajo formal tradicional.

El debate continuará un tiempo más y veremos cómo se va asentando el mercado laboral. ¿Será que realmente las generaciones como la Millennial y Centennial empujarán la “economía bajo demanda” aprovechando la tecnología y recursos digitales con la que nacieron, o las empresas se verán en la necesidad de seguir modificando su oferta para atraer y retener el talento entre sus filas? Ya lo iremos viendo.